TRABAJO
EDUCACIÓN
SEGURIDAD
La única salida de la Argentina es poner el foco en la producción y el trabajo, para salir del eterno retorno al fracaso y al estancamiento recesivo característico de los últimos años, para encarar un camino de desarrollo integral, con un crecimiento económico sostenido en el tiempo.
Hay que terminar con los relatos y los dogmatismos para encarar con pragmatismo consensos políticos que nos enfoquen de una vez por todas en la economía real y la activación productiva.
Necesitamos promover la cultura del empleo genuino y de la producción para el desarrollo nacional. Necesitamos encarar reformas estructurales a nivel impositivo, laboral y previsional. Y necesitamos terminar con la inflación, independizando el Banco Central, terminando con el gasto político y deskirchnerizando las empresas y organismos públicos para reducir el déficit fiscal.
Vamos a privilegiar a la Educación como política de Estado, fundamental para el desarrollo del país. Es la mejor forma de lograr la equidad y de garantizar la salud, el trabajo digno, la seguridad y la paz social.
Es fundamental el control para garantizar una eficiente administración y gestión del presupuesto, que permita generar estrategias y planes educativos en función de los conocimientos y habilidades necesarias para los trabajos y la convivencia del futuro.
Y debemos también respetar y hacer respetar la libertad personal e institucional de educar conforme a las convicciones personales y comunitarias, y asegurar una educación libre de ideologías.
Necesitamos devolver la seguridad a los ciudadanos honestos y asegurar la cárcel efectiva para los delincuentes. Para eso debemos reformar el Sistema de Seguridad para poder combatir con efectividad el narcotráfico y el crimen organizado; apoyar a las fuerzas en el cumplimiento del deber y mejorar sueldos, equipamiento e infraestructura, y luchar por erradicar la corrupción en todos los niveles.
Tenemos que terminar con la reducción arbitraria de condenas de los delincuentes y con la prisión domiciliaria para abusadores, narcos, corruptos y reincidentes de delitos graves.